Impunidad de hoy

La «soberanía popular» podrá ser creada por nosotros, los diversos de abajo si nos reconocemos compartiendo el deseo de paz social y de vida digna. A ambas la podremos construir juntos cuando superemos el embaucamiento K y descubramos que estamos situados e implicados en un funcionamiento socioeconómico y político cultural que concuerda, en exclusivo, con la obtención de alta rentabilidad por parte de oligopolios locales e imperialistas.


Este orden es presentado como si no pudiese ser otro y que nosotros debemos agradecer a los legitimados por el gobierno como inversores cuando son los impunes saqueadores, violadores de derechos humanos y genocidas.

Son quienes se han apoderado de las empresas estatales, de bancos públicos e industrias. Nos han convertido en los rehenes de sus monopolios y de ciudadanos pasamos a clientes o usuarios, por supuesto, siempre que podamos pagar suministros básicos para la vida humana.

Han impuesto la 'desregulación' y la 'apertura' a las importaciones de bienes y al ingreso de capitales externos para quedarse con mercados de bienes y capitales llevando a la quiebra y a la muerte a muchísimos pequeños-medianos propietarios.

Son quienes aumentaron sus ganancias de modo extraordinario con la 'flexibilización' laboral o sea mediante el despojo de derechos a los trabajadores que los conquistaron con arduas y prolongadas luchas. Siguen pisoteando y mutilando nuestras vidas por hambre, desnutrición, angustias, contaminaciones, desalojos, criminalización... Lo hacen con total impunidad y a esta impunidad debemos poner fin si queremos vivir en paz y en bienestar. Sin Memoria, Verdad y Justicia para todos los de abajo sin excepción: no podremos ser felices.
Elena Cedrón