Revueltas en el Norte de Africa (Magreb) Túnez, Egipto, Argelia y países hermanos como Yemen, Arabia Saudita...
Por Leandro Rodríguez (ANRed/3-2-2011)
Los sucesos centrados en Túnez y Egipto en estos días, aparecen como el emergente de un proceso subterráneo de muchos años y que pone en juego tanto la forma de vida en esa región, como la disposición actual del tablero mundial.
¿Qué cuestiones estructurales se ponen en juego hoy?
1. La autodeterminación de los pueblos. Los países árabes tienen las mayores reservas de petróleo del mundo y áreas estratégicas como el canal de Suez, único paso entre el mar Mediterráneo y el mar Indico. También cuentan esos países con una tradición cultural muy rica, base de la fuerza productiva del trabajo que es por ello potencialmente muy importante en esta zona. Las cúpulas gobernantes locales manejan estas riquezas en alianza con el capital de los países occidentales. La “democracia”, que aparece como la principal cuestión en disputa, es algo que hace a la enunciada autodeterminación de los pueblos. De Túnez a Egipto, un viento de libertad http://www.rebelion.org/noticia.php...
2. La democracia como sistema de reglas de juego. La elección de representantes por la población local es relativamente efectiva en muy pocos países de la región: Irán, Líbano, Turquía... En la práctica los gobernantes son quienes manejan a discreción el estado, dependiendo para conservar ese lugar de sus alianzas con el capital de los países occidentales. Túnez, los árabes y la democracia El apoyo de los demócratas de Occidente El juego de la corrupción La crítica a esta “democracia” claramente restringida, se hace hoy desde dos sectores diferenciados. Los medios de comunicación y gobiernos occidentales intentan despegarse y proponen un modelo parlamentarista, que no pueda intervenir en la estructura económica actual ni ofrezca un control popular directo sobre los recursos del estado. Dentro de los países árabes otra posición trata abrirse paso, proponiendo una democracia de base y sustantiva, con poder para cambiar las estructuras.
3. La globalización en su formato neoliberal. El orden macroeconómico “a lo FMI” y la represión a las organizaciones populares promovieron un tibio crecimiento del PBI junto a un incremento de la desocupación y pérdida de los derechos laborales y sociales que fueron obtenidos con el ciclo nacionalista popular de los ’60-’70. Conclusión: enorme aumento de la desigualdad social, la concentración del ingreso y la emigración. La macroeconomía y la rebelión, pobreza y descontento popular generalizados
¿Quién pone esas cuestiones estructurales en cuestión? Una etapa de múltiples sujetos resistiendo fragmentadamente da paso a la emergencia de un sujeto recorrido por elementos en común pero aún diverso. La industrialización y urbanización de la segunda mitad del siglo xx promovió la formación de una amplia clase trabajadora urbana, si bien productivamente heterogénea debido a lo embrionario de aquel proceso. Los movimientos de liberación nacional que iniciaron ese proceso, cedieron paso en los ’80 a un recambio interno en los dirigentes de esos movimientos que se reconvirtieron en neoliberales. Esta reconversión puso a esa capa dirigente como protectora del ingreso de las transnacionales con tecnología de punta para explotar recursos naturales y ciertas ramas industriales. De conjunto, este proceso muestra la formación de una clase trabajadora diversa pero con amplias potencialidades más la existencia de un amplio descontento entre las llamadas capas medias. (...) Sostenimiento de un aceptable piso de organización sindical y social.
Este sujeto aparece poco definido tanto en lo socioeconómico como en lo ideológico-político-cultural. Sus aliados posibles se encuentran también lejos y poco organizados. Si alcanzaran el poder estatal se encontrarían en la necesidad de renegociar las condiciones de su dependencia, tejiendo nuevas relaciones con el capital chino, iraní, los países del ALBA, etc. Y en la medida de sus propias capacidades estatizar recursos estratégicos e implementando formas de gestión más participativas para los trabajadores y ciudadanos, como derecho tanto en las empresas estatales como en las privadas. Así parece considerarlo el recientemente conformado frente 14 de enero en Túnez: Declaración fundacional del ’Frente 14 de enero’ de las fuerzas nacionales, progresistas y democráticas de Túnez http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121474 Los ciudadanos de Túnez exigen la redacción de una nueva constitución de corte anticapitalista
Dos factores de poder con posiciones indefinidas. Fuerzas Armadas y Hermanos Musulmanes Mubarak expresa un núcleo local asociado política y económicamente al capital occidental, representado por los EEUU. Ese núcleo se ha ido haciendo cada vez más pequeño dentro de las Fuerzas Armadas y como parte de la burguesía local. Las Fuerzas Armadas han jugado un papel clave desde la fundación de la República de Egipto y hoy vuelven a hacerlo. La burguesía nacional es débil y con poca legitimidad de sus propiedades, debido a lo entrelazada que está con la corrupción estatal. Dentro de las FFAA hay un sector que forma parte de esa burguesía deslegitimada, pero hay otro sector que no forma parte de ella y que es visto como un factor legítimo de poder. La vía electoral por ahora es una salida muy incierta. Los Hermanos Musulmanes son una formación islamista que tiene poco más del 20 % de los votos probables y que no tiene un programa de gobierno claro, con profundas diferencias de clase dentro de ellos. Su papel en esta crisis es ambiguo, prevaleciendo una apuesta a realizar acuerdos con otras formaciones políticas y con Al Baradei para formar una coalición que conduzca la transición a un régimen reconocido por occidente. Al Baradei (ex director de la OIEA, Organización Internacional de Energía Atómica) por su parte representa la expectativa en una reforma del régimen que beneficie a los sectores profesionales y emprendedores. Una franja importante de estos sectores apuntan a una democracia similar al modelo occidental y una política económica que promueva la acumulación de capital.
Perspectivas provisorias En perspectiva, aparece en cuestión quiénes y cómo deben manejar los asuntos públicos. Aparece en primer lugar un cuestionamiento de la corrupción en el estado y un cuestionamiento de los efectos del neoliberalismo como desocupación, precariedad y falta de perspectivas individuales. Pero las revueltas sostenidas en el tiempo sólo son posibles con alto grado de acción colectiva y superación del individualismo, trascendiendo la inmolación individual. Esa acción colectiva está acentuándose y haciendo posible un salto en el grado de organización popular, hacia el control de las políticas estatales. Va creándose así una democracia de base que puede redundar (en el tiempo) en una democracia sustantiva que se apropie de los recursos estratégicos en los pueblos árabes. Es posible también una revolución pasiva, por medio de la cual se “cambie algo para que nada cambie”. Así se intentó en Túnez, por ahora sin éxito. Pero es claro que hoy por hoy es más fácil una reconversión de la antigua clase dominante local y su relación con el capital occidental que la constitución de un nuevo sujeto social y político que rompa esa entente y pueda apropiarse de su tierra. Hoy este es el dilema inmediato y según cómo se resuelva volverá a plantearse el viejo debate de reformas dentro del sistema o reformas contra el sistema.
http://www.anred.org/article.php3?id_article=3959 3 de febrero de 2011
Episodio #79 Eco
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Qué es un final? ¿Acaso algo termina cuando las conversaciones van de boca
en boca? ¿No es todo apertura cuando lo dicho reverbera en otro cuerpo, lo
modif...
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