CGTA: Un
polo de unidad antidictatorial
Por Carlos Eichelbaum
La CGT de los Argentinos (1968-1973), nacida del congreso normalizador
"Amado Olmos" de la central obrera del 28 al 30 de marzo de 1968,
surgió como una respuesta combativa a las variantes de adaptación al régimen
generadas por las conducciones burocratizadas del sindicalismo peronista,
nucleadas en las 62 Organizaciones con la hegemonía de la Unión Obrera MeMetalúrgica de Augusto Timoteo Vandor. Las consignas más clásicas de la CGTA traducen ese origen: "Más vale honra sin
sindicatos que sindicatos sin honra", y "Unirse desde abajo y
organizarse combatiendo".
La actitud antiburocrática de la CGTA
implicó por eso, también, un salto de precisión en el modo como los sectores
más dinámicos y combativos de la clase trabajadora y el activismo peronistas
fueron procesando el desarrollo de su experiencia desde esa identidad política.
De manera más explícita en algunos de esos sectores, de forma más latente en
otros, con la CGTA empezaron a asumir como un hecho el fin de la condición
movimientista original del peronismo, su quiebre en varios peronismos distintos
y antagónicos.
Una manifiesta tendencia hacia posiciones clasistas fue el resultado de ese triple proceso de síntesis. Funcionó como efecto, pero también como causa de profundización, de la convergencia de esos sectores del activismo sindical y político del peronismo con expresiones de la izquierda marxista y de la militanciacristian a radicalizada.
Una manifiesta tendencia hacia posiciones clasistas fue el resultado de ese triple proceso de síntesis. Funcionó como efecto, pero también como causa de profundización, de la convergencia de esos sectores del activismo sindical y político del peronismo con expresiones de la izquierda marxista y de la militancia
El ya famoso programa del 1 de mayo de la CGT
de los Argentinos, redactado por Rodolfo Walsh en la tradición de los
documentos liminares de La Falda (1957) y Huerta Grande (1962) de las 62
Organizaciones pre-vandoristas, aparece como la traducción sistematizada de esa
emergente concepción clasista. Es a partir de ese nuevo estadio de la
conciencia de clase de los trabajadores peronistas desde donde el programa
propone, con párrafos que parecen en muchos casos escritos para la Argentina
menemista de los 90, caminos de unidad de acción para los empresarios
nacionales, los pequeños y medianos empresarios, los profesionales, los
estudiantes, los intelectuales, los artistas, los religiosos.
En sus tres o cuatro años de existencia
efectiva, la CGTA intentó ser también en su práctica cotidiana ese ámbito de
convergencia. Lo consiguió, de manera parcial, incompleta, a veces conflictiva,
en el plano de la relación entre organizaciones sindicales y políticas del
peronismo revolucionario, la izquierda y la Iglesia tercermundista. También en
el del encuentro en la acción entre ese activismo y grupos de intelectuales,
profesionales y artistas.
El semanario de CGTA se convirtió en un instrumento central de ese encuentro. Dirigido por el propio Walsh, con una redacción integrada por periodistas como Horacio Verbitsky o Rogelio García Lupo, la revista consiguió juntar un nivel de calidad profesional inusitado con una tarea también sin antecedentes de información sobre las formas y razones de las luchas populares para consumo de sus propios protagonistas. Llegó a tirar un millón de ejemplares y sus páginas sirvieron, por ejemplo, para editar por primera vez, dividida en varias notas, la investigación de Walsh sobre el asesinato del dirigente metalúrgico de Avellaneda Rosendo García, el "¿Quién mató a Rosendo?", el más profundo análisis del significado político, y de los métodos de acción. del vandorismo.
La CGTA fue también el escenario en el que se desarrollaron experiencias de militancia artística como las del pintor Ricardo Carpani, o las del Grupo Cine Liberación, que permitió la filmación -y el uso permanente como herramienta de formación y organización políticas- de la película "La hora de los hornos" de Fernando Solanas y Octavio Getino.
CGTA y Cordobazo
El semanario de CGTA se convirtió en un instrumento central de ese encuentro. Dirigido por el propio Walsh, con una redacción integrada por periodistas como Horacio Verbitsky o Rogelio García Lupo, la revista consiguió juntar un nivel de calidad profesional inusitado con una tarea también sin antecedentes de información sobre las formas y razones de las luchas populares para consumo de sus propios protagonistas. Llegó a tirar un millón de ejemplares y sus páginas sirvieron, por ejemplo, para editar por primera vez, dividida en varias notas, la investigación de Walsh sobre el asesinato del dirigente metalúrgico de Avellaneda Rosendo García, el "¿Quién mató a Rosendo?", el más profundo análisis del significado político, y de los métodos de acción. del vandorismo.
La CGTA fue también el escenario en el que se desarrollaron experiencias de militancia artística como las del pintor Ricardo Carpani, o las del Grupo Cine Liberación, que permitió la filmación -y el uso permanente como herramienta de formación y organización políticas- de la película "La hora de los hornos" de Fernando Solanas y Octavio Getino.
CGTA y Cordobazo
Con el liderazgo del dirigente gráfico
Raimundo Ongaro, la CGTA había nucleado desde su nacimiento a varios de los
cuadros sindicales y políticos que habían enfrentado con mayor dureza al nuevo
régimen militar. Los dirigentes Ricardo De Luca, de obreros navales y del
Movimiento Revolucionario Peronista; Julio Guillán, de los telefónicos; Lorenzo
Pepe de la Unión Ferroviaria ; Amancio Pafundi, de los estatales;Jorge Di Pasquale, de los empleados de
farmacia; Benito Romano, de los obreros azucareros, estaban entre los
fundadores o en el consejo directivo.
El local de Paseo Colón de
La
huelga portuaria que había empezado algo antes del nacimiento de la CGTA, la de
los petroleros de Ensenada en setiembre y octubre de 1968, las luchas de los
trabajadores de los ingenios de Tucumán y las movilizaciones sociales en
Tucumán y Rosario tuvieron a la central como instrumento de apoyo activo.
A través de la relación de su conducción nacional y de su filial cordobesa con Agustín Tosco, la CGTA participó del armado en el lugar y de principal estructura de apoyo nacional a las jornadas del Cordobazo, entre el 28 y el 30 de mayo de 1969. Y protagonizó sus ulterioridades más inmediatas, con la convocatoria al paro nacional para el 1 de julio de ese año, mientrasla CGT Azopardo , que
reunía a vandoristas y participacionistas, se echaba atrás ante las presiones
del gobierno del general Juan Carlos Onganía y su ministro de Trabajo, Rubens
San Sebastián. (…)
A través de la relación de su conducción nacional y de su filial cordobesa con Agustín Tosco, la CGTA participó del armado en el lugar y de principal estructura de apoyo nacional a las jornadas del Cordobazo, entre el 28 y el 30 de mayo de 1969. Y protagonizó sus ulterioridades más inmediatas, con la convocatoria al paro nacional para el 1 de julio de ese año, mientras
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