12 de junio de 2016

I. Tengamos presente a Darío y Maxi para ver el proyecto de TRABAJO, DIGNIDAD Y CAMBIO SOCIAL de los MTD y más de una deKada en contra de su realización.

el Puente Pueyrredón
27 de junio de 2012
Bajo la consigna El 26 de junio todos y todas al Puente Pueyrredón las organizaciones que realizaron la vigilia y acampe se concentraron a las 11 en la Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda) y a las 12 dio comienzo el Acto en el Puente Pueyrredón.

ANRed reproduce:

Documento leído en el acto en el Puente Pueyrredón
·        Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la Masacre de Avellaneda
·       De Duhalde a los Kirchner 10 años de impunidad
·      Cárcel ya a Duhalde, Solá, Fernández , Vanossi, JJ Álvarez.
·        Basta de represión, espionaje y judicialización, abajo el proyecto X y la ley antiterrorista
·       Juicio y castigo a todos los culpables por el asesinato de Mariano Ferreyra. Exigimos justicia por el asesinato de Carlos Fuentealba, de los hermanos Qom en Formosa, por los asesinados en las tomas de tierras del ingenio Ledesma , en el Indoamericano, en Santiago del Estero, en Rosario a principio de 2012 así como la última semana nuevamente en Rosario
·         Exigimos la aparición con vida de Jorge Julio López y Luciano Arruga.
·         Que la crisis no la paguen los trabajadores ni el pueblo.
·         Basta de ajuste y saqueo del gobierno K y las multinacionales.
·         Juicio y castigo a los responsables políticos y económicos del genocidio, cárcel a Blaquier, socio del gobierno.
Hoy se cumplen 10 años de la Masacre de Avellaneda y miles de compañeras y compañeros nos encontramos con el puño en alto recordando a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. En aquel 26 de junio de 2002 el gobierno de Eduardo Duhalde había ordenado una brutal represión, asesinando a nuestros compañeros y dejando un saldo de más de 30 manifestantes heridos de bala. Se trató de un operativo conjunto de la Policía Federal, la Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y la SIDE, con un despliegue planificado con carta blanca para matar.
La decisión política de tamaña represión fue fogoneada por los organismos internacionales, los gobernadores justicialistas y radicales y las cámaras empresarias: AEA, UIA, SRA, ADEBA y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con Felipe Solá a la cabeza.
El pueblo argentino estaba en pie de lucha desde las jornadas populares del 19 y 20 de diciembre, dónde las trabajadoras y trabajadores ocupados y desocupados, las asambleas populares, las fábricas recuperadas llenamos las plazas, las rutas y los puentes de acciones de lucha y resistencia.
La Masacre de Avellaneda pretendió ser un escarmiento ejemplificador contra la movilización popular que se desarrollaba en un contexto de crisis capitalista. La rebelión popular de diciembre de 2001 mostró que el pueblo estaba dispuesto a combatir a los responsables y cómplices de la desocupación masiva, la flexibilización laboral, las privatizaciones y la destrucción de la salud y la educación públicas. La memoria de lucha y resistencia obrera y popular de los trabajadores ocupados y desocupados y de la juventud de nuestro país se manifestó en aquellas jornadas históricas.
Hoy, a 10 años de sus asesinatos, Darío y Maxi siguen siendo la expresión viva de esa juventud rebelde y combativa que se fogueó en las luchas, piquetes y puebladas contra el menemismo, contra la Alianza de De la Rúa y Chacho Álvarez y contra Duhalde. Darío y Maxi, como muchos otros jóvenes que hoy recorren el camino de la organización y la lucha junto a los trabajadores y el pueblo, fueron protagonistas de aquella rebelión del año 2001.
Darío y Maxi dieron su vitalidad y sus convicciones en cada construcción que encararon, con un compromiso inclaudicable en la lucha contra la opresión, la explotación, la represión y el hambre. Esa llama está viva en miles y miles de jóvenes que militamos día a día en los barrios, en las escuelas, en las universidades y en los lugares de trabajo. Esa llama está viva en la juventud trabajadora que se organiza en fábricas y talleres contra la superexplotación y la precarización laboral y es enemiga irreconciliable de la burocracia sindical.
Darío y Maxi son hijos del pueblo y de sus organizaciones. Son la contracara de las agrupaciones construidas desde arriba, con los recursos del Estado y al abrigo del poder de turno; las que nutren de funcionarios al gobierno y tiene a sus jefes rodeados de lujos y privilegios.
Hace 10 años, el movimiento piquetero supo disputar y ganar terreno para la independencia política de la clase trabajadora, frente a las estructuras punteriles que responden a los dirigentes políticos de las clases dominantes y sus partidos, como el PJ. Pasan los años y nos seguimos organizando en los barrios, seguimos construyendo independencia de clase. Darío y Maxi siguen vivos en cada lucha de nuestras organizaciones, en cada joven que se acerca a pelear, en cada compañera que se rebela contra el sometimiento, en cada trabajador y trabajadora ocupado o desocupada que se organiza para defender sus derechos.
Hoy, una vez más, denunciamos que la Masacre de Avellaneda no fue un exceso policial: fue un plan político organizado para acallar al pueblo. Durante los meses previos, las organizaciones en lucha y muchos de nuestros militantes y dirigentes, sufrieron agresiones, con el único objetivo de amedrentar a las movilizaciones que se multiplicaban. Nuestros reclamos y reivindicaciones no eran escuchadas por Duhalde ni Solá. En ese contexto de aprietes y amenazas, fue asesinado Javier Barrionuevo en Esteban Echeverría el 6 de febrero y, unos meses después, baleado el compañero Juan Arredondo en Lanús.
El pueblo trabajador se movilizó masivamente junto a nosotros al día siguiente de la masacre y luego, nuevamente, el 3 de julio del 2002 desde Avellaneda hasta Plaza de Mayo y una vez más a los pocos días, para exigir justicia. Esas movilizaciones obligaron a Duhalde, máximo responsable político de la masacre, a adelantar su salida del gobierno.
Duhalde debería estar hoy en la cárcel, por los asesinatos de Kosteki y Santillán, por la maldita policía del narcotráfico, por José Luis Cabezas, la AMIA y el gatillo fácil. De la misma manera, no olvidamos que Aníbal Fernández, quien era secretario de presidencia de Eduardo Duhalde y actualmente es Senador Nacional, fue otro de los responsables de la Masacre de Avellaneda. Tampoco olvidamos que Carlos Soria, ex gobernador de la provincia de Río Negro, fue designado candidato directamente por Cristina Fernández; Soria dirigió la SIDE en el momento de la represión y murió sin ser juzgado por su activa responsabilidad en esta masacre.
Como cada 26 de junio, desde hace 10 años, estamos hoy aquí para exigir juicio y castigo a todos los responsables políticos, ideológicos y materiales de aquellos crímenes. Nos referimos a Duhalde, Solá, J.J. Alvarez, Aníbal Fernandez, Atanasoff, Genoud, Oscar Rodríguez, Vanossi y Capitanich. Estos personajes siguen perteneciendo al establishment, muchos dentro del actual esquema político kirchnerista y otros en la oposición patronal.
El gobierno kirchnerista intentó cooptar y engañar a las compañeras, compañeros y familiares de Darío y Maxi. Ofrecía “investigar hasta las últimas consecuencias, sin importar quien caiga”. La comisión investigadora prometida nunca existió y los que hoy estamos aquí, levantando esta tribuna, jamás aceptamos abandonar la movilización en la calle y nuestra independencia, tal como nos proponían como si se tratara de una moneda de cambio.
Con la fuerza de la lucha y la movilización constantes - en el Puente Pueyrredón, en la Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda), en los Tribunales de Lomas y en todas las plazas del país- logramos que los responsables materiales paguen por los asesinatos. Nuestra incansable lucha por justicia arrancó las condenas a cadena perpetua para los policías Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, a pesar de que otros policías, que también participaron de la brutal represión, recibieron penas menores.
Venimos a denunciar que los asesinos Fanchiotti y Acosta acaban de ser beneficiados con su traslado a un régimen penal semiabierto, lo cual significa que gozarán de privilegios a los que casi ningún preso común accede, que podrán gozar de salidas transitorias y eventualmente ser liberados, en tanto sus sentencias no sean reafirmadas por la suprema corte de la provincia de Buenos Aires, que hoy integra uno de los responsables políticos de la masacre, Luis Genoud.
A pocos días del décimo aniversario de sus brutales asesinatos, la resolución de los jueces en beneficio de Fanchiotti y Acosta constituye una provocación y un agravio a las memorias de Darío y Maxi y a una década de lucha popular.
Mientras casos como el de Fernando Carrera sacan a la luz que miles de personas inocentes o sin sentencia se pudren en las cárceles, dos asesinos probados, fotografiados en el momento del crimen, repudiados por todo un pueblo, pasarán el tiempo en prisiones VIP que son la antesala de su liberación. Hace pocos días, vimos fotografiado al asesino de Carlos Fuentealba, José Poblete, paseando por Zapala, Neuquén, donde se supone que se encuentra purgando condena también a cadena perpetua –mientras existen compañeros condenados y procesados por repudiar este brutal asesinato.
¡Exigimos cárcel común y efectiva para Fanchiotti y Acosta! ¡Ningún privilegio para los asesinos de Darío y Maxi! Saludamos desde aquí el formidable paro de los docentes neuquinos contra la impunidad de Poblete y por el castigo al ex gobernador Jorge Sobisch.
El gobierno kirchnerista hizo todo para salvaguardar a Duhalde y a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda. Nunca abrió los archivos de la SIDE y mantuvo intacto el aparato de la policía bonaerense. Recientemente, el Juez Ariel Lijo –un juez puesto a dedo por Néstor Kirchner bajo su presidencia- ordenó archivar la causa federal iniciada en el 2002 para investigar las responsabilidades políticas de la Masacre. Nunca solicitó los cruces de llamadas entre los funcionarios duhaldistas y las autoridades policiales y de seguridad antes, durante y posteriores a la represión del 26 de junio del 2002.
Venimos a este histórico Puente Pueyrredón para reclamar el juicio y castigo a todos los responsables políticos y materiales de la Masacre de Avellaneda, para denunciar la impunidad de sus mentores y para exigir el cumplimiento efectivo de las condenas que recibieron Fanchiotti y Acosta. Esta impunidad de la que gozan Duhalde y demás responsables políticos es el producto de las alianzas y protecciones entre los poderosos de siempre, que se cubren las espaldas mientras reprimen, asesinan y encarcelan al pueblo con la complicidad de los grandes medios, tanto opositores como oficialistas. Denunciamos el papel de Clarín y los grandes medios de comunicación que el 26 de junio difundieron la versión oficial de que los piqueteros “se mataron entre ellos”, versión que fue desbaratada por la movilización popular y por el compromiso de los trabajadores de prensa.
Luchamos contra la impunidad y por eso también reclamamos por la aparición con vida de Julio López, por el esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo, por la aparición de Luciano Arruga, por el castigo a Sobisch por el asesinato de Carlos Fuentealba y Lázaro Duarte, por Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, de Bariloche; por Roberto López y Mario López, de los Qom de Formosa; por Bernardo Salgueiro, Rosemary Chura Puña y Emilio Canaviri Álvarez, del Indoamericano; por Mártires López, de Chaco; por Juan Velázquez, Félix Reyes y Ariel Farfán, de Jujuy; por Cristian Ferreyra, de Santiago del Estero; por Geremias Trasante, Claudio Damián Suárez y Adrián Leonel Rodríguez, de Rosario; por Noemí Condorí, de Escobar y por César Oviedo, de Rosario - y contra la impunidad de la policía bonaerense y la federal que junto con la gendarmería matan a miles de pibas y pibes de los barrios populares.
Desde esta tribuna, reclamamos el castigo a todos los responsables del crimen de Mariano Ferreyra y denunciamos las operaciones políticas del gobierno, que negocia con Pedraza de cara al juicio contra él y su patota que comenzará el próximo 6 de agosto, en función de la reorganización de los negociados ferroviarios y de su intento por copar la CGT y la Unión Ferroviaria.
Luego de diez años de gobierno kirchnerista, la mitad de la clase trabajadora continúa precarizada y sin derechos laborales, mientras otras decenas de miles aún revisten en las filas de la desocupación.
Mientras la crisis capitalista recorre el mundo, el gobierno de Cristina se prepara para aplicar los ajustes sobre los trabajadores y el pueblo.
La sintonía fina ya la vemos en el comienzo de despidos y suspensiones, en el tope a las paritarias, el impuesto al salario, el tope a las asignaciones familiares, la proliferación de la precarización laboral y el trabajo en negro. Al servicio de estas políticas hay un crecimiento de la criminalización de la protesta social, como se expresa en la votación de la nefasta ley antiterrorista y la utilización del código penal contra el derecho a huelga y en más de 5000 procesados por luchar.
Como así también lo vemos en la utilización de las fuerzas represivas contra los pueblos que luchan contra la megamineria, contra los movimientos de desocupados, contra los trabajadores que luchan contra las patronales y la burocracia, contra los que luchan por tierra o contra la reciente huelga de camioneros.
La seguridad democrática de la que habla Garré, no es más que un maquillaje a estas políticas que se basan en la preservación del aparato represivo, en la judicialización, la represión, el espionaje como salió a la luz con el Proyecto X de Gendarmería, patotas con las que se terceriza la represión, y un constante discurso contra la huelga y las medidas de acción directa de los sectores populares.
A su vez, el gobierno intenta dividir lo que no puede controlar y ha dado la orden de fracturar las organizaciones populares, sindicales y estudiantiles. Rechazamos la injerencia del Estado en nuestras organizaciones.
Apoyamos y compartimos la lucha contra la minería depredadora y contaminante junto a las asambleas y organizaciones de Andalgalá, Famatina, Amaycha del Valle, Belén y Tinogasta; repudiamos la represión de los gobiernos nacional y provinciales al servicio de las corporaciones mineras.
Exigimos justicia para las 51 víctimas de la masacre de TBA, que son víctimas de los negociados y la inoperancia de los empresarios apañados por el Gobierno. Apoyamos la lucha de los trabajadores ferroviarios que vienen denunciando el desguace del sistema de ferrocarriles y recuperando espacios contra la burocracia entreguista. La conformación de la Autoridad de Transporte Metropolitana con Macri, Scioli y los intendentes prepara las condiciones para una suba de boletos de tren y colectivo, pasándole la factura de la salida de los subsidios estatales a los usuarios.
Recientemente, con los allanamientos a la empresa Ledesma quedó evidenciada su complicidad con los crímenes y desapariciones durante la última dictadura militar, y su vigilancia, persecución y represión a los sin tierra y al sindicato de trabajadores de la empresa. El juicio a Blaquier –socio privilegiado del gobierno y beneficiario de subsidios millonarios- es una victoria de la movilización popular encabezada por los pueblos de Libertador y los trabajadores del Ingenio
Reivindicamos las jornadas de lucha y piquetes en Mosconi, Tartagal, Cutral-Có y Plaza Huincul, porque han sido expresiones de resistencia de nuestra clase a la entrega de los recursos petroleros y gasíferos, la desocupación y empobrecimiento masivo, perpetrados por el menemismo y también por la mayor parte del actual elenco gobernante que integraba sus filas.Los únicos defensores genuinos de nuestros recursos, patrimonio y derechos hemos sido los trabajadores, trabajadoras y el pueblo, que no hacemos alianza con los grupos económicos que han depredado nuestro país y Latinoamérica. Ahora, el gobierno nacional pretende presentar su política sobre YPF como una política de soberanía nacional. Necesitamos expropiar sin pago y estatizar nuestros recursos energéticos bajo control de los trabajadores y el pueblo, no repetir la entrega con trasnacionales como las imperialistas Exxon, Chevron, Total, SINOPEC, o de grupos monopólicos como los socios de Petrobrás, la Panamerican Energy, Cristóbal López y compañía. Frente a la continua agresión al pueblo trabajador, oponemos memoria, denuncia, programa y lucha. Vamos a seguir exigiendo justicia y luchando por Darío y por Maxi, por los 30 mil compañeros y compañeras detenidos desaparecidos, por los más de 50 asesinados en democracia en protestas sociales; por los más de 3 mil asesinados por “gatillo fácil” desde 1983. Seguiremos luchando para revertir esta realidad con la que quieren condicionar el futuro de nuestro pueblo.
Hoy los pueblos seguimos levantándonos y mostrando el camino, enfrentando las crisis capitalistas que generan ellos y nos quieren hacer pagar a nosotros y a nosotras. Los gritos de indignación y resistencia, las rebeliones populares, recorren el mundo, desde Medio Oriente y el Norte de África hasta la vieja Europa, donde se vuelcan millones a las calles para decir ¡basta! En nuestra América Latina los pueblos siguen resistiendo y acumulando fuerza frente a las embestidas imperialistas y particularmente contra la megaminería que en este mes se ha cobrado varias vidas de luchadores en Perú. En la Argentina la lucha por que la crisis no la paguen los trabajadores y las trabajadoras nos encuentra enfrentando al ajuste que ejecuta el gobierno, rechazando los topes salariales a las paritarias por debajo de la inflación, rechazando también la política de aumentar tarifas e impuestos contra los trabajadores y enfrentando los despidos y suspensiones.
La lucha de Darío y Maxi es nuestra lucha. Es la lucha por una transformación social que termine con las condiciones de hambre, miseria, desocupación y explotación que nos oprimen. Es la solidaridad y el compromiso con la compañera y el compañero con quienes salimos a luchar, y la intransigencia y consecuencia en esta pelea.
Por eso y para eso lucharon Darío y Maxi; por eso y para eso seguiremos adelante. La sangre derramada no se perdona, no se olvida, no se negocia.
Juicio y castigo a los responsables politicos y materiales de la masacre de Avellaneda
De Duhalde a los Kirchner 10 años de impunidad
Cárcel ya a Duhalde, Solá , Fernández , Vanossi, JJ Alvarez.
Basta de represión, espionaje y judicialización. Abajo el proyecto X y la ley antiterrorista
Juicio y castigo a todos los culpables por el asesinato de Mariano Ferreyra.
Exigimos justicia por el asesinato de Carlos Fuentealba, de los hermanos Qom en Formosa, por los asesinados en las tomas de tierras del ingenio Ledesma , en el Indoamericano, en Santiago del Estero y en Rosario a principio de 2012, así como la última semana nuevamente en Rosario.
Exigimos la aparición con vida de Jorge Julio López y Luciano Arruga.
Que la crisis no la paguen los trabajadores ni el pueblo.
Basta de ajuste y saqueo del gobierno K y las multinacionales.
Juicio y castigo a los responsables politicos y económicos del genocidio, carcel a Blaquier socio del gobierno.
Aparición con vida de las mujeres desaparecidas en democracia.
Desmantelamiento de las redes de trata de personas. educación sexual y anticonceptivos para no abortar, aborto legal y gratuito para no morir.
* Por trabajo genuino, basta de desocupación
* Por un seguro al desocupado
* Por aumento para todos en el argentina trabaja,
* Nacionalización y ampliación del programa, ningún trabajador por debajo del salario mínimo legal ($2300).
* ¡Abajo la precarización laboral!!.
* Duplicación del monto de la asignación universal por hijo.
* Por un plan de lucha nacional hasta obtener todas estas reivindicaciones:
  • Salario igual a la canasta familiar
  • Prohibición de despidos y suspensiones.
  • Anulación del impuesto al salario.
  • Restitución de las asignaciones familiares.
  • Fuera la burocracia sindical.
  • Expropiación sin pago y estatización de toda la industria petrolera , bajo control de los trabajadores y el pueblo.
  • Fuera de YPF, Chevron, Exxon, Total, Slim, Ezquenazi y Repsol.
  • No a la mega minería contaminante, basta de saqueo y depredación de nuestros recursos naturales.
  • ¡Viva la lucha de los pueblos contra los monopolios contaminantes y sus gobiernos.
  • Castigo a los responsables políticos y empresariales de la masacre de once, reestatización de todos los ferrocarriles bajo control de sus trabajadores y usuarios.
  • No a los tarifazos.
  • Fuera ingleses de Malvinas
  • Fuera el imperialismo de América Latina.
  • Fuera las bases yanquis del Chaco y de toda América Latina.
  • No al golpe de estado en Paraguay. Repudiamos la masacre de campesinos y exigimos el castigo a sus responsables materiales e intelectuales.
  • Por el triunfo de la heroica huelga de los mineros asturianos.
Viva la rebelión de los pueblos del mundo contra el ajuste y el imperialismo.
Hoy como siempre
¡¡¡¡Darío Santillán, presente!!!!!
¡¡¡¡ Maximilano Kosteki, presente!!!!!

  

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