Reflexionemos sobre:
A 10 años
de la Masacre de Avellaneda: Seguimos construyendo Poder Popular
Por
una Argentina sin hambre, sin saqueo ni explotación
A diez años de la represión que intentó acallar las luchas
populares y se cobró las vidas de Darío y Maxi; en un contexto donde se reaviva
la impunidad de los asesinos de Fuentealba, Kosteki y Santillán; en un momento
político en el que las luchas de los trabajadores son judicializadas y
criminalizadas; las organizaciones populares seguimos reclamando justicia,
construyendo poder popular y gestando un nuevo proyecto de país, sin hambre,
sin saqueo ni explotación.
La Masacre de Avellaneda, al igual que la
rebelión del 19 y 20 de diciembre, provocó una indignación en todo nuestro
pueblo y marcó a fuego a una nueva generación militante, para quienes los
ejemplos de Maxi y Darío proyectaron un compromiso de lucha e intransigencia
contra las injusticias que nos advierte sobre los peligros que entraña el
posibilismo y la resignación.
En estos años los gobiernos kirchneristas
adoptaron algunas medidas efectivamente progresivas, en muchos casos inspiradas
en históricas reivindicaciones populares. Pero estas medidas no configuraron un
programa integral capaz de superar la precarización del trabajo, el salario y la vida. La política de
“sintonía fina” frente al impacto de la crisis internacional no ha resuelto
sino profundizado el golpe de la inflación sobre los bolsillos del pueblo. El
gobierno intenta poner techo a las paritarias, sostiene un sistema impositivo
regresivo y a una gran masa de trabajadores precarizados y tercerizados. A la
vez instala un discurso que condena y judicializa la lucha, como vemos que
sucede hoy ante los distintos reclamos sociales y sindicales. A eso se suman problemas
estructurales como la ausencia de una política integral de transporte público,
que por su estado de abandono pone en riesgo la vida de nuestro pueblo como
sucedió hace cuatro meses en la tragedia ferroviaria conocida como la Masacre
de Once**.
* Continuación de la Declaración:"Ese derecho es una conquista del campo popular. Por eso, no es justo que se lo manipule para ponerlo a disposición de un plan que trasciende el conflicto gremial y tiene un claro objetivo político. No hay reclamo particular que pueda justificar la desmesurada decisión de cortar el suministro de combustible en todo el país, afectando las condiciones de vida de todo el pueblo argentino. Finalmente, la firmeza del Gobierno y el rechazo de toda la sociedad obligaron a Moyano a levantar el bloqueo.
El actual secretario general de la CGT se ha convertido
por propia voluntad en una herramienta destacada de la operación que pilotean
los sectores del privilegio y articulan las grandes empresas mediáticas
orientada a debilitar y si es posible desestabilizar al gobierno. Así quedó
evidenciado con la convocatoria a un paro del gremio de camioneros realizada
desde los estudios del canal de noticias del grupo Clarín, una puesta en escena
que completó el drástico giro emprendido por este dirigente contra el proyecto
político que más benefició a los trabajadores en los últimos cincuenta
años.
Nada hay de cierto en la argumentación que pretende acusar
al gobierno de haber modificado su rumbo en perjuicio de los trabajadores. Por
el contrario, en el marco de una profunda crisis mundial del capitalismo,
nuestro gobierno ha profundizado la orientación hacia la defensa del empleo y
los salarios, la soberanía monetaria y nuestra economía. Lo demuestran de
manera incontrastable medidas como la nacionalización de YPF, la reforma a la
carta orgánica del Banco Central, el ambicioso plan de viviendas recientemente
lanzado por la presidenta y la recuperación de derechos laborales que habían
sido avasallados y cercenados durante los gobiernos de Menem y De La Rua. En todos los casos se
trata de medidas fuertemente resistidas por quienes quieren ver al país
nuevamente arrodillado ante los organismos de crédito internacionales y
descargando una vez más los efectos de la crisis internacional sobre los
hombros de los trabajadores y los sectores más vulnerables de la sociedad.
Los reclamos sindicales en materia de piso para el pago de
impuesto a las ganancias y de asignaciones familiares constituyen demandas
razonables que deben ser compatibilizadas con las necesidades del Estado para
defender a los sectores más desprotegidos de la sociedad. El
señalamiento reivindicativo, sin embargo, no guarda proporción alguna con los
métodos puestos en juego para sostenerlo. Está claro el trasfondo político de
la operación dirigida a debilitar al gobierno y a instalar una lucha por el
poder con nuevos actores y nuevos rumbos que no son sino el regreso al país previo
a las transformaciones motorizadas por el kirchnerismo. En ese sentido, son
sugestivos los gestos y los silencios de Scioli quien, en su doble papel de
gobernador y candidato, se corrió absolutamente de la escena en medio de los
graves acontecimientos provocados por la dirección del Sindicato de
Camioneros.
En la Argentina se terminó la época de los gestos ambiguos
y de la bifurcación entre las palabras y los hechos; todos sabemos bien a qué
juega cada uno y no hay mejor manera de saberlo que seguir de cerca las
posiciones que van impulsando los medios de comunicación hegemónicos. Es
necesario que todos los militantes y las organizaciones políticas, sociales y
culturales que apoyamos el proyecto político liderado por Cristina Kirchner
estemos dispuestos a desactivar este operativo desestabilizador y antipopular.
Estamos en defensa de la vida pacífica de nuestro pueblo y contra la
prepotencia corporativa que se disfraza de lucha de los trabajadores.
Sabemos que existen diversas demandas laborales y estamos seguros de que
su plena satisfacción solamente será posible con un gobierno, como el actual,
sólidamente comprometido con los intereses de los trabajadores y los sectores
más vulnerables de la
sociedad. Repudiamos la utilización de las estructuras sindicales
por parte de las cúpulas burocráticas, para actos que terminan afectando el
pleno desarrollo de la actividad productiva del trabajo y la vida cotidiana de
nuestro pueblo.
Por ello, unidos y organizados nos manifestamos a favor de
la profundización del proyecto político que recuperó millones de puestos de
trabajo, elevó sistemáticamente los salarios y las jubilaciones, estableció la
asignación universal por hijo, recuperó la soberanía nacional y devolvió la
dignidad al pueblo argentino.
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**Continuación de A diez años....
Entendemos que cualquier proyecto
emancipatorio debe revertir la sobreexplotación y el saqueo de los bienes
naturales por parte de corporaciones transnacionales; la “sojización” cada
vez más extendida del campo; el modelo de la megaminería con las consecuencias socio
ambientales que implica, así como el entramado industrial extranjerizado,
concentrado, y basado en variadas formas de sobreexplotación de los
trabajadores que sustenta este modelo productivo.
En el terreno de los derechos humanos, los
avances en los juicios a los represores de la pasada dictadura no abarcaron a
los responsables económicos, que aún siguen impunes. Es un buen paso el
procesamiento a Blaquier, directo responsable de las muertes y desapariciones
en el Ingenio Ledesma, pero los casos aislados no deben conformarnos. Exigimos
juicio y castigo ya, también a los mentores y artífices civiles del genocidio.
Del mismo modo y con el mismo énfasis luchamos por los derechos humanos de hoy:
para que no se sigan invisibilizando la muerte de los luchadores y las
luchadoras de los pueblos originarios o de países hermanos, para que no sigan
quedando impunes los crímenes contra los sectores más humildes por el gatillo
fácil o por la represión en las cárceles, que son verdaderos centros de
criminalización de la pobreza; para que no continúe invisibilizada la muerte de
mujeres por abortos clandestinos o por ser víctimas de las redes de trata para la prostitución. Al
mismo tiempo decimos: ¡Abajo la ley antiterrorista!
El 2001 y la Masacre de Avellaneda dejaron un
legado importante de experiencias organizativas de “los y las de abajo” que se
extienden en los barrios, en los lugares de trabajo, en las aulas, en las
asambleas. Y también en el plano cultural, artístico y simbólico, a partir de
la ocupación de las calles en forma creadora, lo que se ve especialmente
reflejado en la apropiación de la Estación que nuestro pueblo rebautizó con el
nombre de Darío y Maxi, convertida en una muestra permanente de arte popular, y
desplazando el nombre de Nicolás Avellaneda, ex presidente protagonista de la
campaña de exterminio de pueblos originarios conocida como Campaña del
Desierto, represor de huelgas de inquilinos, representante de las clases
dominantes.
Por eso el desafío de las organizaciones
populares pasa por reforzar la construcción de un proyecto político
emancipatorio basado en una transformación estructural y cultural profunda de
nuestra sociedad, sin mezquindades ni sectarismos, de carácter popular,
anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial, latinoamericanista y
antimperialista, en una perspectiva socialista.
Hoy alzamos la voz frente a los crímenes del
26 de junio de 2002, los del 19 y 20 de diciembre y los asesinatos por
represión en democracia. De Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra. De Rosemary
Churapuña y Bernardo Salgueiro, asesinados en la represión del IndoamericanoDe
Roberto López y Sixto Gómez, de la comunidad Qom de Formosa. De Cristian Ferreyra,
asesinado por los sicarios del agronegocio en Santiago del Estero. De Mono,
Jere y Patóm y, hace pocos días, de un nuevo asesinato cometido contra otro de
los pibes de nuestros movimientos en Rosario. Alzamos la voz por las
desapariciones de Julio López y Luciano Aurruga, y por el asesinato de Silvia
Suppo. Porque en todos ellos y ellas y en tantos casos más, los reclamos de
justicia sólo se verán redimidos cuando los culpables paguen, pero sobre todo cuando logremos poner en pie una
Argentina donde no haya impunidad, ni hambre, ni saqueo ni explotación. Una
Argentina de y para las grandes mayorías de nuestro pueblo, de los trabajadores
y de las trabajadoras, de los campesinos y las campesinas, de los pueblos
originarios, de los hombres y las mujeres, de las diversidades sexuales, de la
juventud y de los y las estudiantes. Ese será el mejor homenaje y la mejor reivindicación
que podamos hacer de nuestros compañeros caídos, que estarán presentes mientras
nosotros sigamos luchando.
*Cárcel común, perpetua y efectiva a los
autores materiales de los crímenes de Darío Santillán, Maximiliano Kosteki y
Carlos Fuentealba
*Juicio y Castigo a Duhalde, Atanasof, J.J.
Álvarez, A. Fernández y todos los responsables políticos de la
Masacre de Avellaneda
*Contra la precarización laboral - Salario
igual a la canasta familiar – 0% de IVA para los productos básicos. Por
libertad y democracia sindical
*Por una Reforma Agraria Integral y Socialista
– Por la
Soberanía Alimentaria , Energética y Financiera de nuestro
pueblo
*Basta de femicidios - Contra toda violencia
de género - Aborto legal, seguro y gratuito
*Por el desprocesamiento de todos los
luchadores y las luchadoras populares
*No a las bases norteamericanas y a la
intervención imperialista - No al bloqueo de EEUU a Cuba
*Por la unidad y la autodeterminación de los
pueblos de Nuestra América
A 10 años de la Masacre de Avellaneda
Por un país con soberanía popular
¡Por una alternativa política de los de abajo,
con democracia de base, asamblearia, y de
lucha en las calles!
Lunes 25 y martes 26, todos y todas a
la Estación “Darío y Maxi” (ex Avellaneda) y
al Puente Pueyrredón
Espacio “20 de diciembre”
* Coordinadora de Organizaciones y Movimientos
Populares de Argentina (COMPA) (1)
* Corriente de Organizaciones (COB) La Brecha
(2)
* Movimiento Nacional Campesino Indígena
(MNCI) – Vía Campesina (3)
* CTA Capital
* MTD Aníbal Verón Nueva Fuerza
* Quebracho
* Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
* Colectivo desde el Pie
* Agrupación Domingo Menna, Agrupación Kiki
Lezcano, Casa del Trabajador Agustín Tosco, Corriente del Pueblo, Instituto
Taki Ongoy, Jóvenes al Frente, Jóvenes Kurmi, Movimiento Campesino de Jujuy,
Movimiento por la
Unidad Latinoamericana y el Cambio Social MULCS, Movimiento
Tupaj Katari
(1) COMPA: Frente Popular Darío Santillán,
Juventud Rebelde-Rebelión; Organización Popular Fogoneros; Socialismo
Libertario; CEIP-Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares; Espacio
Chico Mendes; Estudiantes Críticos Lanús; Garabatos la Aceitera; GEAL-Grupo de
Estudios sobre América Latina y el Caribe; Casa de la cultura Los compadres
del horizonte; Asamblea popular de Becar; Grupo AMAICHA; "PANGEA"
Colectivo de trabajadorxs; FROP-Frente Riojano de Organización Popular; Grupo
Ecologista Pro Eco; Cátedra Abierta de Estudios Americanistas; Centro Cultural
de los Trabajadores; Atrapamuros -Colectivo de Educación Popular en Cárceles-;
Agrupación Rodolfo Ortega Peña; Colectivo P.U.MA; Comedor
Germinal; JAT -Juventud Anarquista de Tucuman; Organización Feminista
Anticapitalista La Otredad; TIERRHA ; Colectivo La Minga; El Espejo; OTRAL -
Organización de Trabajadores Rurales de Lavalle; Retamo; Minga - Grupo de
Educación Popular; La Otra
Voz ; Córdoba se Mueve ; Asamblea Permanente por los Derechos
de la Niñez de General Pico –APDN-
(2) COB La Brecha: Frente por la Resistencia;
Agrupación Universitaria La Cárcava; Cooperativa de Trabajo Cae Babylon; Sin
Cautivas - Feministas por la Resistencia; La Ciega -Colectivo de Abogados
Populares; El Galpón de Tolosa; Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible;
CAUCE–UNLP;- CAUCE-UBA (Corriente Antiburocrática Universitaria Contra la
Explotación); EPE; FOL-Frente de Organizaciones en Lucha; Organización Popular
y Rebelde Villa Hidalgo
(3) MNCI- Vía Campesina: MOCASE de Santiago
del Estero; MCC de Córdoba, UST de Mendoza; Red Puna de Jujuy; Encuentro
Calchaquí de Salta; Mesa Campesina de Neuquén; Secupo de Buenos Aires.
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