¿Y por qué no
derogan todas las leyes de la dictadura?
24 de octubre
de 2014
El kirchnerismo y la oposición debaten si
hay que derogar o no algunas de las leyes de la última década. Nadie dice nada
de las leyes de la dictadura que afectan al pueblo trabajador y siguen vigentes
después de más de 30 años.
(…)
(…)Banqueros y buitres
Martínez de Hoz fue uno de los hombres
del empresariado que ocupó el Ministerio de Economía durante la dictadura. En 1977
impulsó la Ley de Entidades Financieras, que regula la actividad de bancos y
financieras. La reforma permitió la completa liberalización del mercado
financiero, dándole libertades a los bancos para fijar tasas y favoreciendo
todo tipo de negocios especulativos. Amparada por esa y otras leyes, en la
última década esa rama de la economía ha logrado niveles de concentración y de
ganancias extraordinarios.
También la dictadura impuso la aún
vigente Ley de Inversiones Extranjeras. Con ella se buscaba ceder más negocios
al imperialismo, e incluía una cláusula por la que cualquier capital
internacional gozaría de los mismos beneficios que el capital local. También
favorece a las empresas extranjeras con exenciones impositivas y fondos del
Estado, y otorga facilidades para girar sus ganancias a sus casas matrices. Esa
extranjerización de la economía que buscó fomentar la dictadura pegó un salto
con el menemismo. Pero fue durante el kirchnerismo, contrariamente al relato
oficial, que llegó a su apogeo: dos tercios de las principales 500 empresas del
país son extranjeras. Chevron, Kraft, Ford, Lear, Barrick Gold, todos a sus anchas.
Con
las leyes que apretaban a Luciano
Arruga
Para tratar a los menores que tienen
“conflictos con la ley”, todavía está en vigencia el decreto militar 22.278/80,
que lleva la firma del general Videla. El Régimen Penal de la Minoridad
establece que un menor de 16 años “no debe ser penado”, pero les otorga
atribuciones a los jueces para recluirlo. En manos de la policía, muchos pibes
mueren asesinados por gatillo fácil. Otros quedan en manos de una justicia empecinada
en perseguir a los jóvenes pobres, que no tienen prácticamente derecho a
defensa y terminan encerrados no sólo en institutos, sino en comisarías. De
acuerdo con la ley, a los jóvenes que tienen entre 16 y 18 años se les pueden
aplicar las mismas penas que a los adultos.
Los debates impulsados por el
kirchernismo y la oposición para reformar este régimen mantienen la postura de
penalizar a los menores, bajar la edad de imputabilidad, condenándolos en
definitiva al encierro.
¿Cuándo van
a laburar los curas?
La reciente aprobación del nuevo Código
Civil y Comercial confirmó la buena relación que mantiene Cristina Kirchner con
la cúpula eclesiástica, que impide reclamos tan sentidos como el aborto seguro,
legal y gratuito. La relación del Estado con la Iglesia está materializado en
una serie de leyes. Por ejemplo, la
Ley N º 21.540, firmada por Videla en 1977, que establece que
“los Arzobispos y Obispos y el Vicario Castrense tienen una jubilación
equivalente al setenta por ciento (70%) de la remuneración de un Juez Nacional
de Primera Instancia”. Hoy esa suma supera los 30 mil pesos, 10 veces la mínima
que cobran millones de jubilados. El mismo beneficio tienen curas y sacerdotes
seculares, a quienes además se pagan todos sus pasajes.
Todos esos privilegios siguen vigentes,
lo mismo que los subsidios a las escuelas privadas, entre ellas las
confesionales.
Espiando
a los que luchan
Hace pocos días, Nicolás del Caño
presentó un proyecto de ley “anti-espionaje”. El diputado nacional del PTS-FIT
propone derogar los decretos secretos del general Onganía que instituyeron y
reglamentaron el espionaje de la Policía Federal. Esas
normas le dan un “marco legal” al Cuerpo de Informaciones de la Policía Federal Argentina ,
cuya función es el espionaje político. Allí revistaba Américo Balbuena, un
pseudo periodista que se había infiltrado en la Agencia Rodolfo Walsh
durante años, para reunir información sobre organizaciones populares.
Se calcula que hay más de 1000 agentes
en esta condición, que se suman a otras formas de infiltración como las que
realiza la SIE o la Gendarmería con el Proyecto X. Durante el kirchnerismo,
estas metodologías no sólo continuaron, sino que parece que de la mano de
Sergio Berni se “perfeccionaron”.
La
tercerización que mató a Mariano la impuso Videla
La dictadura militar llegó para acabar
con la insurgencia obrera que había emergido con el Cordobazo, y empezaba a
cuestionar no sólo a la burocracia sindical y el peronismo en el gobierno, sino
que también ponía en discusión el poder del capital dentro de las fábricas. Los
empresarios golpearon las puertas de los cuarteles, y uno de los primeros
objetivos de la Junta
Militar fue atacar las conquistas que habían conseguido los
trabajadores, algunas expresadas en leyes y convenios colectivos. Ya en abril
de 1976 los militares habían creado la regla 21.297 para derogar 25 artículos y
modificar otros 98 puntos de la Ley de Contrato de Trabajo de 1974.
A 38 años, y a pesar de las muchas
reformas a la LCT, muchos de aquellos cambios permanecen como los impuso
Videla.
Lo pueden decir los obreros de Kraft,
que tras la muerte del tercer compañero en la planta en pocos años, pararon
contra la dictadura del servicio médico de la empresa, que entre otras cosas
rechazaba los certificados médicos particulares gracias la derogación del
artículo 227 de la LCT después del golpe.
La tercerización estaba contemplada en
el artículo 32 de la ley, pero como “actividad principal y accesoria” y
aplicando el convenio de la empresa principal. La dictadura y los gobiernos posteriores
la convirtieron en una herramienta de los empresarios (y el Estado como pudo
mostrar el caso de Mariano Ferreyra), para atacar los derechos y conquistas de
los trabajadores.
La burocracia sindical que mató a
Mariano y persigue a los delegados en Lear y otras fábricas, sigue manteniendo
su impunidad y privilegios gracias a otras leyes que el kirchnerismo nunca se
animó a tocar.
El Frente
Continuador
La lista de leyes de la dictadura
todavía vigentes podría continuar. Pero a esta altura vale agregar dos
cuestiones más. La primera, que algunas leyes o artículos de la dictadura se
han modificado recién en los últimos años. Hasta 2009, tiempo después de que se
rompiera la alianza del kirchnerismo con el golpista Grupo Clarín, todos los
gobiernos habían garantizado la vigencia de la Ley de Medios de Videla. La
oposición, escandalosamente, se opuso a las limitadas modificaciones oficiales.
La segunda, que también el
neoliberalismo asestó duros golpes a conquistas y derechos de los trabajadores
y las libertades democráticas. Si las leyes son una expresión de las relaciones
de fuerza entre las clases sociales, la legislación neoliberal era un reflejo
de la nueva ofensiva del capital sobre el pueblo trabajador. Un raconto de las
leyes de los 90 que siguen vigentes con el kirchnerismo, pasando por las
privatizaciones, la entrega de las riquezas naturales, la criminalización de la
protesta, la salud de los trabajadores y la flexibilización laboral, implicaría
varias notas más. Ya lo abordaremos. (…)
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Y-por-que-no-derogan-todas-las-leyes-de-la-dictadura
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