16 de noviembre de 2010

El pago de la gran estafa es obediencia debida a la dictadura genocida

(Archivo 2008) Argentina cancela deuda externa con el Club de París por Julio Gambina
La Presidenta Cristina Fernández anunció el pago de 6.706 millones de dólares al Club de París, un organismo que reúne en su seno a 19 países, entre los cuales tienen carácter hegemónico el Grupo de los 7 poderosos países capitalistas que se autodesignan como supervisores del sistema mundial. El argumento utilizado repite fundamentos ofrecidos por el gobierno de Néstor Kirchner: el desendeudamiento. Un gran interrogante es la primacía de la deuda externa sobre la interna, de la cancelación ante los acreedores financieros con anterioridad a la deuda social gigantesca producto de años de transferencia de recursos, riqueza y poder a un núcleo concentrado del capital transnacional.
Se trata de una medida controvertida, porque la persistencia del incumplimiento cerraba las puertas del país al financiamiento externo, salvo las operaciones solidarias provenientes de Venezuela, con tasas de interés creciente, las que devolvían una imagen de vulnerabilidad externa de la economía local. ¿Para qué se requería ese financiamiento? Esa es la cuestión de fondo, ya que la Argentina sigue presa del condicionante que supone el endeudamiento originado en tiempos de la dictadura genocida. Argentina se endeuda para cancelar deuda en un derrotero sin fin. Con la política de desendeudamiento, el país pretendía sacarse de encima el problema y la realidad demuestra que se continúa con un obstáculo estructural.
Hace 25 años que bajo gobiernos constitucionales se escamotea la investigación de la deuda pública externa. Se sugiere el carácter de “odiosa” de buena parte de la misma, contraída en tiempos dictatoriales y sin embargo, cada turno gubernamental organizó una reestructuración de los pagos, redefiniendo plazo e hipotecando el futuro. Incluso, las quitas obtenidas en la negociación del Plan Brady en 1992 y en el reciente canje del 2005, presentadas como resoluciones definitivas han mostrado sus límites con los crecimientos posteriores del stock de deuda, que finalmente absorbe recursos fiscales que podrían asignarse a resolver demandas sociales insatisfechas.
Argentina necesita compartir una estrategia común de abordaje del problema con otros países de la región y del mundo. Ecuador está avanzando en soledad en su auditoria de la deuda externa, con colaboración de profesionales y expertos argentinos. Sería deseable un mayor acercamiento y consulta con la experiencia ecuatoriana y ensayar un camino conjunto, tal como se presume con el Banco del Sur y otros emprendimientos productivos y financieros que se procesan en la búsqueda de una integración alternativa.
No sirve el aislamiento internacional, pero la inserción bajo las reglas del poder mundial no es el único camino posible. No es sencillo transitar senderos alternativos, pero reiterar los ya transitados nos condena a la eterna hipoteca.
Fuente: http://www.argenpress.info/2010/11/archivo-2008-argentina-cancela-deuda.html

(Archivo 2008) El pago de la deuda odiosa es una falta de respeto por Alejandro Olmos
La decisión de la Presidenta de cancelar la deuda con el Club de París fue recibida con entusiasmo por la mediocre clase política.
Ya el vicepresidente Julio Cobos declaró que honramos la deuda y el convencionalismo de los economistas aplaudió esa absoluta falta de respeto por el orden jurídico.
La Presidenta tiene la obligación de hacer frente a las obligaciones externas y pagarlas si corresponde. Pero cuando esas deudas son materia de una investigación criminal hay que esperar un pronunciamiento judicial que determine su legalidad.
Hace ya muchos años, el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2 a cargo de Jorge Ballestero tramita una causa donde se investiga el endeudamiento externo hasta el año 1995, que es continuadora de la que iniciara Alejandro Olmos en 1982 y que fuera sentenciada el 13 de julio de 2000.
En esta nueva causa, se investiga todo el endeudamiento en forma global, incluyendo al Club de París. En esa causa se encuentra agregado un documento oficial, resultado de la pericia efectuada por un conjunto de auditores del Banco Central en 1985, donde se estableció que uno de los créditos reclamados por Holanda no debía pagarse, ya que era resultado de acciones irregulares y delictivas.
Las autoridades de aquel entonces resolvieron desconocer el resultado de la pericia. Algunos de ellos fueron Carlos Melconiany Daniel Marx. También se ha olvidado la forma absolutamente arbitraria en que se maneja en Club de París en cuanto a ser juez y parte, imponer condicionalidades, coaccionar a los deudores y desconocer los principios generales del derecho.

Pagarle al Club de París sin esperar los resultados de la investigación judicial es un cabal ejemplo de que el Estado de derecho en la Argentina es sólo una ficción en cuanto a la defensa del Estado nacional, y sólo alcanza para perseguir a los decrépitos militares de la dictadura, olvidándose de sus autores ideológicos, que siguen usufructuando de los beneficios del ilegal endeudamiento.
"O se está al servicio del país en contra de la deuda externa, o se está al servicio de la deuda externa en contra del país"
Fuente: http://www.argenpress.info/2010/11/archivo-2008-el-pago-de-la-deuda-odiosa.html

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