28 de junio de 2013

Recordemos el 28 de junio de 1966 en Argentina para erradicar la impunidad de ayer y de hoy

Cecilio Manuel Salguero, en “El Plan Cóndor. Origen, desarrollo y consecuencias (1973/1983)”,  nos explica:
 (…)De esta manera cuando las FFAA de Brasil en 1964 toman el poder y desalojan al gobierno democrático de Joao Goulart, ponen en marcha la “Doctrina de Seguridad Nacional” (D.S.N.) como estrategia central en Sudamérica para implantar el modelo neoliberal. Esta doctrina dinamizó a los sectores más conservadores y de ideología fascista que a través de los golpes militares anularon las democracias y fueron destruyendo las economías nacionales, las conquistas sociales y la calidad de vida de sus habitantes. 

En la V Conferencia de Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos Americanos (CEA), llevada a cabo en agosto de 1964 en West Point, las FF.AA. argentinas, adhieren a la “Doctrina de Seguridad Nacional” impulsada por el Departamento de Estado de EE.UU. desde 1961, apuntando a los “enemigos internos” y no al carácter extra continental de la amenaza (como sostenía la doctrina Monroe: “América para los americanos”).

El jefe de los militares “azules” y miembro del Opus Dei Juan Carlos Onganía sostenía, subordinándose a los norteamericanos, que las FFAA debían defender la seguridad interna (“Fronteras Ideológicas”) convirtiéndose a la vez en agentes de la modernización económica y social (imponiendo el neoliberalismo) y destruyendo la obra de desarrollo realizada por el justicialismo en la década 1945-1955.

En 1964 se publicó el Manual de la Comisión Especial de Reestructuración del Ejército Argentino (R-C-2-1). Allí se vierten las bases doctrinarias, que dan origen a la reglamentación del accionar de las tropas que combatirían a la “subversión” y se delimitó el concepto de “guerra interna”. Subversivos se consideraba, a las personas que defendían proyectos políticos justicialistas, socialistas, marxistas y comunistas en cualquiera de sus tendencias. Este militar fue asistido ideológicamente por los generales Osiris Guillermo Villegas -especializado en guerra contrainsurgente en Francia- y Julio Alsogaray, hermano del ex ministro de economía Álvaro y como él neoliberal partidario de la doctrina económica de la Escuela de Chicago (dirigida por el premio nobel Dr. Milton Friedman). Pero para profundizar los orígenes de esta ideología hegemónica, es necesario prestar atención a lo que dice el escritor francés Denis Boneau(…)

EL GOLPE FRANQUISTA de la denominada “REVOLUCION ARGENTINA”
A mediados de 1965 el militar Juan Carlos Onganía, disconforme con el presidente Dr. Arturo Humberto Illía, porque no envió tropas a Santo Domingo apoyando la invasión norteamericana que destituyó al gobierno del presidente Juan Bosch, pidió su pase a retiro y se puso en la tarea de preparar un golpe de estado. Se sumaron Álvaro Alsogaray, Mario Amadeo, Nicanor Costa Méndez, José Alonso, Augusto Timoteo Vandor, Pascual Pistarini, Alejandro Agustín Lanusse, Roberto M. Levingston, Luis Prémoli, Eduardo Señorans, Francisco Imaz, Enrique Martínez Paz, Arturo Frondizi, Mariano Grondona, Bernardo Neustadt, Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Antonio Caggiano, Ricardo Balbín, Bernardo Houssay, Jorge Salimei, José María Dagnino Pastore, Carlos J. Rosas, Isaac Rojas, Pedro Eugenio Aramburu, Gregorio Pérez Companc, Saturnino Montero Ruiz, Guillermo Patricio Kelly, Francisco Manrique, Arturo Mor Roig, Jorge Esteban Cáceres Monié, Oscar Alende, Aldo Ferrer, José Enrique Miguens, Antonio Caggiano, Raúl Francisco Primatesta, Jorge Rafael Videla, los dos Luciano Benjamín Menéndez (tío y sobrino), Mario Benjamín Menéndez, Adalbert Krieger Vasena, José Alfredo Martínez de Hoz, Emilio Eduardo Massera, Constancio C. Vigil, Américo Ghioldi, Rogelio Frigerio, por nombrar algunos. Los diarios Clarín, La Nación, La Prensa y La Razón; las revistas Primera Plana, Confirmado, Siete Días, Gente y la editorial Abril, se sumaron a la campaña pro-golpe, junto a los principales canales de televisión y estaciones de radio. También ACIEL (Acción Coordinadora de las Instituciones Empresarias Libres), la Sociedad Rural y la Unión Industrial, ADELA (Atlantíc Community Group for the Development of Latin America) dirigido por Adalbert Krieger Vasena hombre de confianza del FMI. La Unión de Entidades Liberales Argentina, la Confederación Universitaria Argentina Liberal, Acción Liberal Argentina, la Confederación Interamericana de Defensa del Continente, el Ateneo de Estudios Sociales-Cristianos de Ciencias Económicas, La asociación de Egresados de Medicina, la Federación de Entidades Democráticas de la Argentina, y otras organizaciones. 

La Universidad Católica Argentina (UCA) y las Universidades Católicas dirigidas por los jesuitas aportaron sus cuadros intelectuales a los equipos de asesoramiento. Onganía, nacionalista católico fundamentalista (“integrista”) admirador de Francisco Franco, que participaba y fomentaba los “cursillos de cristiandad” importados desde España, puso en marcha el aparato represivo para quebrar la resistencia de los ciudadanos argentinos que pensaban diferente. Sólo recién en 1979 la iglesia vaticana en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) reunido en Puebla, México, declaró: “La Doctrina de la Seguridad Nacional es de hecho más una ideología que una doctrina. Está vinculada a un determinado modelo económico político, de características elitistas y verticalistas que suprime toda participación amplia del pueblo en las decisiones políticas. Pretende incluso, justificarse en ciertos países de América Latina como doctrina defensora de la civilización occidental y cristiana. Desarrolla un sistema represivo, en concordancia con su concepto de guerra permanente. En algunos casos expresa una clara intencionalidad de protagonismo geopolítico”(3). Mientras tanto, la jerarquía del clero argentino, siguió militando en esa ideología junto a los militares y civiles que protagonizaron las violaciones de los DD.HH. desde la década del `60”(4). 

En la Argentina se vivía un sistema democrático limitado, donde importantes partidos políticos estaban proscriptos y gobernaba el médico cordobés, Arturo Umberto Illia, del Partido Radical. El movimiento justicialista presionaba por el retorno de su líder, exiliado en España, que la dictadura brasileña impidió en 1964. En este contexto las FFAA de los países sudamericanos sistemáticamente fueron alineándose con la DSN, adoptando diferentes perfiles: derrocando a los gobiernos democráticos en los casos de Bolivia y Argentina, mientras en Chile y Uruguay arrinconaban a las instituciones democráticas y en Paraguay se profundizaba la tiranía del Gral. Alfredo Stroessner impuesta desde 1954. A través de ellos, se instalaban los planes económicos neoliberales dirigidos por el FMI y el BM, aumentando la pobreza, la dependencia y el subdesarrollo. 

El 28 de junio de 1966, luego de diversos planteos contra el presidente Illia, las FFAA dan el golpe de estado que impone al dictador, Juan Carlos Onganía. Se suprimen la Constitución Nacional y los DD.HH., se prohíbe la actividad política y sindical implantando el terrorismo de estado, en su primera versión. La nueva dictadura, contaba con el apoyo del “vandorismo”, el “desarrollismo” y el “fundamentalismo católico” del Opus Dei, hegemónico entre los Obispos, junto a los sectores terratenientes aliados a las multinacionales, todos partidarios del “neoliberalismo” dominante en la política imperialista. Desde los medios de comunicación se destacó el periodista Jacobo Timerman que a través de los semanarios Primera Plana (1962) y Confirmado (1965) orquestó la propaganda del partido golpista. Entre sus más distinguidos propagandistas estaba el Dr. Mariano Grondona “comando civil” de 1955, amigo de Martínez de Hoz, periodista destacado del diario de la oligarquía “La Nación” y profesor de las universidades Católica Argentina (UCA) y El Salvador. Junto a él se alinearon, Mariano Montemayor, Victorio Dalle Nogare, Ramiro de Casasbellas, Tomas Eloy Martínez, Rodolfo Martínez, Álvaro Alsogaray, Bernardo Neustadt y el comodoro® Juan José Güiraldes. Mientras, el presidente demócrata Lyndon B. Johnson (sucesor del asesinado J.F. Kennedy) desde Washington lamentaba el golpe militar, el dictador, prometía combatir la “infiltración ideológica, la subversión y el caos”. 

Era la aplicación de la DSN, con la colaboración de los sectores “neoliberales” y fascistas del país. Bajo la excusa de la defensa nacional, las fuerzas laborales fueron sometidas a una movilización militar. Pero para comprender la conexión en América Latina, con la aplicación de la DSN, es importante ver el artículo periodístico aparecido en La Habana(5), donde se sostiene: “La Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos, entrenó a Luis Posada Carriles en 1961 en el manejo de explosivos y armamento, según documentos desclasificados de esa organización.” “...la CIA entrenó a Posada Carriles en 1961 en Guatemala para participar en la fallida invasión de Cuba. También recibió instrucción, precisa la propia fuente, en explosivos y armamento y estuvo en el ejército estadounidense de marzo de 1963 a marzo 1964 en Fort Benning, Georgia”. Asimismo indica la AP: “Posada Carriles actuó de fuente de la CIA sobre actividades del exilio cubano y trabajó para una organización con base en Miami que estaba tratando de derrocar al gobierno guatemalteco”. A su vez el periodista David Brooks sostiene: “...El Archivo de Seguridad Nacional también divulgó un nuevo resumen de la CIA que ofrece más detalles sobre la relación de Posada y Bosch con la Agencia en los años 60 y 70, incluyendo la información de que Posada "fue reclutado por la Agencia para servir como un instructor de la Rama de Capacitación Marítima" a principios de 1965 y para ser una fuente de información sobre actividades del exilio cubano. La CIA mantuvo sus relaciones con Posada entre 1967 y 1974 cuando éste fue oficial de la policía secreta venezolana (DISIP)... También se informa que la CIA tuvo contactos múltiples con Bosch en 1962 y 1963.”(6). Por otra parte, los militares argentinos siempre se sintieron por encima de los civiles y por tanto de las instituciones constitucionales republicanas y democráticas. En la década del ´60 los pensadores castrenses consideraron obsoletas las funciones tradicionales de las FFAA: la “protección de las fronteras físicas”, para ocuparse de proteger y ordenar las “fronteras ideológicas” conforme a los dictados de la DSN. Uno de los más influyentes pensadores sobre los oficiales argentinos fue el Gral. francés André Beaufre, quien sostiene que: “...al existir las armas atómicas, se hace imposible una guerra tradicional global y el futuro estará señalado por las guerras de baja intensidad”(7). Otra influencia importante la recibieron del coronel francés Mario H. Orsolini(8). Para corroborar esto, es importante poner atención a lo que dice la periodista e investigadora francesa Marie-Monique Robin en el documental “Escuadrones de la muerte: la escuela francesa”(9), que causó enorme impacto en gran parte del mundo, al poner al descubierto la colaboración del ejército francés con las dictaduras militares sudamericanas desde los años `60.(…) Leer

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