El Llamado de Yakarta
Llamamiento de la VI Conferencia de la Vía Campesina Egidio Brunetto – 9 al 13 de junio
(Yakarta, el 12 de Junio de 2013) Nosotros, La Vía
Campesina, venimos a extender nuestro llamado urgente a tejer hilo a hilo la
unidad a nivel global entre organizaciones del campo y la ciudad para participar
activa, propositiva y decididamente en la construcción de una nueva sociedad,
basada en la soberanía alimentaria, la justicia y la igualdad. Nos encontramos
aquí convocados por el espíritu de nuestros amigos y líderes, y todos aquellos
cuyo coraje y compromiso con nuestras luchas nos inspiran. La Vía Campesina, un
movimiento internacional campesino que reúne a más de 200 millones de campesinas
y campesinos, pueblos indígenas, pescadores, recolectores y trabajadores
agrarios. Con la creatividad de las mujeres y el entusiasmo de nuestros jóvenes
venimos de 150 organizaciones y 70 países. Estamos en Asia, hogar de la mayoría
de campesinas y campesinos del mundo para festejar nuestros primeros veinte años
de lucha.
Comenzamos nuestro camino en Mons (Bélgica) en el año 1993 y articulamos nuestra visión radical de la Soberanía Alimentaria en 1996 en Tlaxcala (México), logrando reposicionar al campesinado, hombres y mujeres como actores sociales centrales en los procesos de resistencia a la agenda de comercio neoliberal y en la construcción de alternativas. Los pueblos de la tierra somos actores indispensables en la construcción, no sólo de un modelo de agricultura distinto, sino de un mundo justo, diverso e igualitario. Somos nosotras y nosotros los que alimentamos a la humanidad y cuidamos la naturaleza. Las generaciones futuras dependen de nosotros para el cuidado de la tierra.
Hoy más que
nunca, otro mundo es urgente y necesario. La destrucción de nuestro mundo a
través de la sobrexplotación y desposesión de los pueblos y la apropiación de
los bienes naturales está produciendo la actual crisis climática y profundas
desigualdades que amenazan a la humanidad en su conjunto y a la vida misma. La
Vía Campesina dice un rotundo NO a esta destrucción impulsada por las
corporaciones.
Nosotros
estamos construyendo nuevas relaciones entre los seres humanos y con la
naturaleza sobre la base de la solidaridad, la cooperación y la
complementariedad. En el corazón de nuestra lucha está en la formulación de una
ética para la vida que atraviesa todas nuestras acciones y búsquedas. La Vía
Campesina se ha comprometido a dar visibilidad a todas las luchas locales
alrededor del mundo, asegurando que sean entendidas desde una perspectiva
internacional y contribuye a involucrarlas en un gran movimiento global por la
soberanía alimentaria, el cambio social y la autodeterminación de los pueblos
del mundo.
Llamamos a todas nuestras organizaciones, a nuestros aliados y amigos, amigas, hermanas y hermanos en la lucha, y a todos aquellos comprometidos con un futuro mejor a continuar caminando juntos y juntas, a rechazar la agenda de la “Economía Verde” y a continuar construyendo la Soberanía Alimentaria.
Nuestras
luchas
Soberanía Alimentaria Ya –
Transformando el mundo
La Soberanía Alimentaria es
el eje central de la lucha por un proyecto de justicia social que hoy convoca a
amplios sectores del campo y la ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho
fundamental de todos los pueblos, naciones y estados a controlar sus alimentos y
sus sistemas alimentarios y a decidir sus políticas asegurando a cada uno
alimentos de calidad, adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente
apropiados. Ello incluye el derecho de los pueblos para definir sus formas de
producción, uso e intercambio tanto a nivel local como internacional.
Durante las últimas dos
décadas nuestra visión de la Soberanía Alimentaria ha inspirado a una generación
de activistas comprometidos con el cambio social. Nuestra visión del mundo
implica una revolución agrícola que significa profundas transformaciones
agrícolas, socioconómicas y políticas. La Soberanía Alimentaria ha enfatizado la
importancia crucial de la producción local y sustentable, el respeto por los
derechos humanos, precios justos para los alimentos y la agricultura, comercio
justo entre países y la salvaguarda de nuestros bienes comunes contra la
privatización.
Hoy estamos frente a la mayor crisis de nuestra historia y la misma es una
crisis sistémica. Las crisis alimentaria, laboral, energética, económica,
climática, ecológica, ética, social, política e institucional están llevando al
colapso en muchas partes del mundo. En simultáneo, la crisis energética se
agudiza día a día frente al agotamiento de los combustibles fósiles y es
enfrentada con falsas soluciones que van desde los agrocombustibles a la energía
nuclear, la cual ha demostrado ser una de las peores amenazas para la vida sobre
la tierra.
Rechazamos el capitalismo, que en este momento se caracteriza por un agresivo flujo del capital financiero y especulativo hacia la agricultura industrial, la tierra y la naturaleza. Esto ha generado un inmenso acaparamiento de tierras, la expulsión de campesinas y campesinos de su tierra, la destrucción de pueblos, comunidades, culturas y sus ecosistemas, creando migraciones y desempleo masivos. Esto genera masas de migrantes económicos y refugiados climáticos y desempleados, incrementando las inequidades existentes.
Las transnacionales en complicidad con los gobiernos y las instituciones internacionales están imponiendo, bajo el pretexto de la Economía Verde, monocultivos de transgénicos, la megaminería, las grandes plantaciones forestales, la imposición de plantaciones de agrocombustibles, la construcción de grandes represas, el fracking y los oleoductos o la privatización de nuestros mares, ríos, lagos y nuestros bosques. La Soberanía Alimentaria recupera el control sobre nuestros bienes comunes devolviéndolos a manos de las comunidades.La Agroecología es nuestra opción para el presente y para el futuroLa producción de alimentos basada en la agricultura campesina, el pastoralismo y la pesca artesanal sigue siendo la principal fuente de alimentos en el mundo. La agricultura campesina de base agroecológica constituye un sistema social y ecológico que está conformado por una gran diversidad de técnicas y tecnologías adaptadas a cada cultura y geografía. La «agroecología» elimina la dependencia de los agrotóxicos; rechaza la producción animal industrializada; utiliza energías renovables; permite garantizar alimentación sana y abundante; se basa en los conocimientos tradicionales y restaura la salud e integridad de la tierra. La producción de alimentos en el futuro estará basada en un creciente número de personas produciendo alimentos en forma diversa y resiliente.La «agroecología» protege la biodiversidad y enfría el planeta. Nuestro modelo agrícola no solo puede alimentar a toda la humanidad sino que también es el camino para detener el avance de la crisis climática enfriando el planeta a través de la producción local en armonía con nuestros bosques, alimentando la biodiversidad y la reincorporación de la materia orgánica a sus ciclos naturales.
Justicia
social y climática, y solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a partir de nuestra
diversidad cultural y geográfica, nuestro movimiento por la soberanía
alimentaria se ve reforzado, integrando la justicia y la igualdad social.
Practicando la solidaridad por sobre la competencia, rechazamos el patriarcado,
el racismo, el imperialismo y luchamos por sociedades democráticas y
participativas, libres de explotación de las mujeres, los niños, los hombres o
la naturaleza.
Demandamos justicia climática ya mismo. Quienes más sufren este caos climático y
ecológico no son los que lo han provocado. Las falsas soluciones de la economía
verde para continuar el crecimiento capitalista están empeorando la situación.
Se crea una deuda ecológica y climática que debe ser corregida. Por esta razón
demandamos la inmediata detención de los mecanismos de mercados de carbono,
geoingeniería, REDD y los agrocombustibles.
Ratificamos la necesidad y nuestro compromiso de luchar en forma permanente
contra las corporaciones transnacionales, entre otras cosas, boicoteando sus
productos y rechazando cooperar con sus prácticas de explotación. Los Tratados
de Libre Comercio y los acuerdos de inversión han creado condiciones de extrema
vulnerabilidad e injusticias para millones. La implementación de estos tratados
trae como resultado la violencia, la militarización y la criminalización de la
resistencia. Otra consecuencia trágica de los mismos es la creación de una masa
masiva de migrantes mal pagados, con trabajos inseguros e insalubres y con
violaciones de sus derechos humanos y discriminación. La Vía Campesina ha
logrado colocar los derechos de los campesinos y campesinas en la agenda del
Consejo de los Derechos Humanos de la ONU y llamamos a los gobiernos a ponerlos
en práctica. Nuestra lucha por los derechos humanos está en el corazón de la
solidaridad internacional e incluye los derechos y protección social de los
agricultores migrantes y trabajadores de la alimentación.
Las luchas por el derecho a la tierra, a la alimentación, al trabajo digno,
contra la destrucción de la naturaleza, son criminalizadas. Son cientos los
compañeros y compañeras que han sido asesinados en los últimos años y otros
muchos ven amenazadas sus vidas o son perseguidos y encarcelados, frecuentemente
con el apoyo o la complicidad de las autoridades públicas.
Un mundo sin violencia y discriminación contra las
mujeres
Nuestra lucha es para construir una sociedad basada en la
justicia, la igualdad y la paz. Exigimos el respeto de todos los derechos de las
mujeres. Rechazando el sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia, la
homofobia y cualquier tipo de discriminación, reafirmamos nuestro compromiso en
lograr una equidad total entre hombres y mujeres. Esto requiere el fin de toda
forma de violencia contra las mujeres, doméstica, social e institucional, tanto
en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Nuestra Campaña contra la
Violencia hacia las Mujeres está en el corazón de nuestras luchas.
Paz y desmilitarización
Vivimos un incremento de conflictos y guerras para la apropiación, proliferación
de bases militares y criminalización de la resistencia. La violencia es
intrínseca a este sistema capitalista mortal basado en la dominación, la
explotación y el pillaje. Nosotros estamos comprometidos con el respeto, la
dignidad y la paz.
Nos duelen y nos honran los cientos de campesinas y campesinos que han sido
amenazados, perseguidos, encarcelados, asesinados por sus luchas. Continuaremos
exigiendo rendición de cuentas y castigo para quienes violan los derechos
humanos y los derechos de la naturaleza. Demandamos también la liberación
inmediata de todos los presos políticos.
Tierra y territorios
Defendemos una Reforma Agraria Integral que ofrezca plenos derechos sobre la
tierra, reconozca los derechos legales de los pueblos indígenas a sus
territorios, garantice a las comunidades pesqueras el acceso y el control de las
zonas y ecosistemas de pesca y reconozca el acceso y el control de las tierras y
las rutas de migración de pastoreo. Esta es la única manera de asegurar un
futuro para los jóvenes del campo.
La Reforma Agraria Integral, vista como una distribución masiva de tierras junto
con el apoyo con recursos para la producción y el sustento, debe garantizar el
acceso permanente a los jóvenes, las mujeres, los desempleados, los sin tierra,
para complementar a las pequeñas fincas, a los desplazados y todos aquellos que
estén dispuestos a participar en la producción a pequeña escala de alimentos
agroecológicos. La tierra no es una mercancía. Deben reforzarse las leyes
existentes y crear nuevas para protegernos de la especulación y un marco
jurídico que impida la especulación con ellas y su acaparamiento. Continuaremos
nuestra lucha en defensa de las tierras y los territorios.
Semillas, bienes comunes y agua
Enaltecemos a las semillas, el corazón de la Soberanía
Alimentaria, con el principio Semillas Patrimonio de los Pueblos al Servicio de
la Humanidad, reafirmado hoy por cientos de organizaciones en todo el mundo.
Nuestro desafío pasa hoy por seguir manteniendo a nuestras semillas vivas en
manos de nuestras comunidades, por multiplicarlas en el marco de nuestros
sistemas campesinos. Continuaremos la lucha contra su apropiación a través de
diversas formas de propiedad intelectual y su destrucción por su manipulación
genética y otras nuevas tecnologías. Nos oponemos a los paquetes tecnológicos
que combinan transgénicos con el uso masivo de pesticidas.
Seguimos hoy enfrentando la Leyes de semillas que, de la mano de los intereses
de las corporaciones, son privatizadas y mercantilizadas. Seguimos enfrentando a
los transgénicos y luchando por un mundo libre de transgénicos.
Los ciclos de la vida fluyen a través del agua y ella es una parte esencial de los ecosistemas y la vida. El agua es un bien común y como tal debe ser protegido.
Los ciclos de la vida fluyen a través del agua y ella es una parte esencial de los ecosistemas y la vida. El agua es un bien común y como tal debe ser protegido.
Construyendo desde nuestras fortalezas
Nuestra gran fortaleza es crear y mantener unidad en la diversidad. Nosotros
tenemos una visión del mundo inclusiva, amplia, práctica, radical y esperanzada
como invitación a unirnos en la transformación de nuestra sociedad y la
protección de la Madre Tierra.
Las movilizaciones populares, la confrontación con los poderosos, la resistencia
activa, el internacionalismo, el compromiso con los movimientos de base locales
son esenciales para lograr cambios sociales efectivos.
En nuestra heroica lucha por la Soberanía Alimentaria continuaremos construyendo
alianzas esenciales con los movimientos sociales, los trabajadores y
organizaciones urbanas y de las periferias, con migrantes, con quienes luchan
contra la megaminería y las megarepresas, entre otras.
Nuestras principales herramientas son la formación, la educación y la
comunicación. Estamos fomentando el intercambio de conocimientos acumulados
hasta el presente con metodologías y contenidos de formación cultural, política
e ideológica y técnica; multiplicando nuestras escuelas y experiencias de
educación de nuestras bases y desarrollando nuestras herramientas de
comunicación desde nuestras bases.
Nos comprometemos a crear espacios especiales para potenciar a nuestros jóvenes.
Nuestra mayor esperanza hacia el futuro es la pasión, energía y compromiso de
nuestros jóvenes articulada en los jóvenes de nuestro movimiento.
Nos vamos de esta VI Conferencia Internacional de La Vía Campesina dando la
bienvenida a las nuevas organizaciones que se han integrado al Movimiento,
seguros de nuestras fortalezas y llenos de esperanzas hacia el futuro.
¡Por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos!
¡Con solidaridad y lucha!
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